Sí... nunca debí pensarte más de la cuenta... no debí creerme tu compañero de sonrisas...
No debí imaginarme de tu mano en las calles oscuras... no debí creerme los besos que te robe a la fuerza.
No sé porqué sigo siendo el mismo idiota que se enamoró de ti, por tu forma de decir mi nombre, por tu ironia inteligente, por tu sonrisa fracturada, por tu voz hipnotizante, por tu cabello generoso, por tus manos que más de tres veces me transportaron a otro mundo, por mi guitarra que solo funcionaba con tus acordes, porque me llenabas de ganas de bailar...
... por tanta infinidad.
No sé por qué ponía atención a tus silencios, a tus parpadeos y tropiezos, a tus manías y deseos, por qué seguía tu risa a pesar del ruido, por qué temblaban mis piernas al oir tus suspiros.
Llegó un tiempo en el que me cansé y quise no sentir, pero entonces era un cobarde, y sí (fuckinggggg!!) sigo siendo un cobarde. Y es otro momento, pero es lo mismo, renace el miedo ante todo esto, un idiota por tener estas emociones cuando tu jamás me diste una señal ni tan siquiera un cacho de ilusión partida a la mitad.
Perdón por ser quien trato de enamorarte, cuando yo ya lo estaba hasta los huesos por ti. Nunca he sido chico de cosas homógeneas claramente está.
No, ni me preguntes que por qué te quiero... tampoco creo que lo entiendas. Yo tampoco lo entiendo, quiero quererte obviamente, pero ya no así.
Quiero tener la vida de antes, quiero volver a pensar en mí antes de pensar en ti.
Y sí, otra vez yo con mi sube-baja de emociones, esta vez no hay nadie que me haga volar hasta mi nube. Es una bajada en picado. Es una bajada de sonrisas e incluso de latidos.
Como lo oyes, mi corazón me escribe cartas...
...Me habla con latidos sincrónicos y el mismo tono con que suenan las voces sumergidas en sangre, ya sabes, muy espesas. Dice que los esfuerzos son grandes, el salario pequeño, su vida escueta, su historial interminable y que teme que sus ganas vayan en un marcado descenso.
Y claro, lo animo, le doy azúcares, le ablando el pulso... pero usa para ver mis mismos ojos y no puedo engañarlo. Es listo. Sus postdatas son breves, usa el verbo 'querer' de manera redundante y a veces me apena verlo tan trabajador.
Sabes? un golpe en las rodillas puede hacerte caer, pero ten en cuenta, que descalabrar un cuerpo es más difícil que agrietar un corazón.
